A nadie le amarga un dulce. El petróleo a espuertas, con sus agujeritos jugosos en Libia, por citar un tema de actualidad.
Gaddafi tronante |
No es un loco, pero quizá sí un visionario; no es un perturbado, pero a veces resulta incómodo.
El boato de Gaddafi |
Ya sabemos que hay más gente que sufre, pero estas cosas hay que decirlas, en feliz expresión de Felipe González. Para que se sepan.
Queda Guinea Ecuatorial; queda Corea del Norte (¿cuántas semanas hace que no nos cuentan lo malo que es aquel dictador?); quedan un montón de lugares a los que acercarse para poner orden. Pero todo tiene un protocolo.